Era un arma de caza utilizada por muchos pueblos aborígenes de toda América del Norte, entre ellos los Inuits.
Consistía en 6-7 bolas aproximadamente del mismo peso, principalmente fabricadas de hueso y colmillo de morsa tallados, aunque otras veces de cornamente, como esta que muestro.
Tienen un agujero perforado para sujetar las cuerdas,que se hacían con los tendones del caribu trenzado.
Esta herramienta de caza, servía para atrapar aves en el Ártico. Se arrojaban a las bandadas de pájaros en pleno vuelo,como patos y gansos, que al enredarse con las cuerdas de las boleadoras, junto con el propio peso provocaban el descenso de las mismas y podían ser atrapadas.
El cazador sostenía el mango de las boleadoras, comenzaba a balancearlas en un movimiento circular, horizontalmente sobre la cabeza, soltándolas sobre el objetivo en vuelo. Son eficaces para la caza de aves cuando su vuelo alcanzase como máximo los 40-50 metros de altura.
Autor: José Antonio García Pozuelo
Autor: José Antonio García Pozuelo
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