jueves, 11 de febrero de 2016

HUGH GLASS



Seguimos nuestro camino con los pioneros en "La Conquista del Oeste" con otra de las grandes y míticas figuras de aquellos años, Hugh Glass (c.1780-1833), como vemos coincidente en tiempo con Daniel Boone, aunque en la segunda parte de la vida de este, puesto que Glass nació cuando Boone ya contaba con 46 años. La gran diferencia en este aspecto, es que como vimos (en esta serie sobre los pioneros), Boone murió pese a su azarosa vida a la sorprendente edad de 86 años y Glass como veremos lo hace con 53. La realidad es que no era frecuente que estos valientes y desafiantes hombres que se enfrentaban a mil peligros pudieran llegar a morir ancianos y "tranquilos" en una cama, lo normal como en el caso que nos ocupa, es que acabaran "muriendo con las botas puestas".
Se considera que nuestro protagonista nació en la zona de Filadelfia, actual estado de Pennsylvania, de origen irlandés o escoces (sino ambas cosas), aunque en honor a la verdad no es algo del todo aclarado en su historia que tiene algunos puntos oscuros en este aspecto donde una vez más se mezclan la realidad y las leyendas. En este sentido se cuenta que en los primeros años tuvo algunas experiencias como hombre de la mar, y que cuando contaba 35 años entre el 1817 y 1820, fue marinero o comandante de un navio estadounidense que fue capturado por el famoso pirata francés, Jean Lafitte. Cuando el temible pirata Lafitte finalmente abordó su nave y él y su tripulación fueron reducidos, se le dió la opción a Glass de unirse a ellos o morir. Y Glass que no estaba todavía por la labor de decir adios definitivamente, eligió la piratería y participó de ese modo de vida durante al menos un año en la colonia de Campeachy, sita en la isla de Galveston y que posteriormente formaría parte del estado de Texas.




hugh glass


El puerto de Campeachy por aquél entonces estaba en territorio de los por entonces temidos indios Karankawa, desgraciadamente hoy día extintos (también llamados karankawan, carancahua, clamcoëhs y en su lengua, auia) y de quienes se decía eran caníbales. En 1768, un sacerdote español escribió un relato de las ceremonias rituales karankawa. Él retrató a los karankawa como que creían que el consumo de la carne del cautivo transferiría el poder y la fuerza a los que lo consumen. Los nativos ataban al prisionero en una estaca. Mientras bailan a su alrededor, cortaban un trozo de carne y lo asaban en frente de la víctima en una fogata preparada. Entonces ellos la devoraban. Sin embargo, Álvar Núñez Cabeza de Vaca, un conquistador español que vivió entre los karankawa durante varios años en la década de 1530 no hizo mención de canibalismo. Por el contrario, Cabeza de Vaca reconoció que él y sus compañeros si se habían comido a sus propios muertos para mantenerse con vida después del naufragio en la bahía de Galveston. Los Karankawa (o posiblemente los atakapan) se sorprendieron con el canibalismo español, que les resultaba repugnante. La mayoría del canibalismo descrito fue tomado de segunda o tercera mano, por los que muchos de los declaradores no lo vieron por si mismos. Algunos autores han sugerido que se confundió a los Karankawa con los atakapa (atakapan o attakapan) tribus de la costa del Golfo, cuyas tierras se extendían desde la bahía de Galveston hasta el Bayou Teche y la bahía Vermilion, en Louisiana. Las personas atakapan eran conocidas por sus tatuajes en el cuerpo y el canibalismo por lo menos en algunas de sus sub-tribus. Entre el grupo de tribus que formaban el pueblo Karankawa (con un dialecto y una cultura similar) estaban los capoques (cocos), kohanis, kopanes, kronks y tribus carancaquacas, y habitaron la costa del golfo de Texas desde la bahía de Galveston, en la actual área del Gran Houston, hasta la bahía de Corpus Christi. Los Karankawa desempeñaron un papel fundamental en la temprana historia de Texas, pero finalmente la exposición a las nuevas enfermedades infecciosas, la pérdida de control sobre su territorio, el conflicto con los europeos recién llegados, y la guerra los llevó a la extinción antes de 1860.


Tribu Karankawa
Tribu Karankawa


Por si todo esto fuera poco para Glass, la zona también estaba rodeado de aguas turbias donde los caimanes y las serpientes venenosas acechaban, y era casi imposible escapar. Así que parece ser que Glass no disfrutó demasiado la experiencia de ser un temible pirata, además de que se le consideraba por sus conocidos un hombre temeroso de Dios y no eran de su agrado los crueles asesinatos que se cometían a diario. Finalmente Glass y otro de sus compañeros piratas consiguieron escapar y marcharon hacia el norte llegando a las llanuras centrales de norteamérica, donde fueron capturados por una banda de indios Skidi, los llamados Lobos Pawnee, cuya práctica consistía en ofrecer un sacrificio humano para conseguir la fertilidad de la tierra y así abundantes cultivos, práctica de la que había entrado a formar parte de modo poco conveniente para él.



Indio Pawnee
Indio Pawnee



Cuando Glass daba por hecho que esta vez si había llegado su hora, y dos de los indios se le acercaron comenzando a desnudarlo para el ritual de sacrificio y estando ya el jefe de la tribu listo para perforar su piel con una primera astilla, Glass sacó rápidamente de su ropa un paquete de bermellón, algo que era muy preciado por aquella tribu. Glass le dio el paquete al jefe, quien convencido de que era una señal de los dioses ordenó con gran respeto y afecto hacia él que lo dejaran vivir, además de aceptarlo y pasando a ser uno más como miembro de la tribu. Hugh Glass vivió como Pawnee durante varios años y en esa nueva forma de vida en la que también tuvo por esposa una mujer india, conoció que diferentes plantas e insectos eran comestibles, cultivó la tierra, e incluso formó parte de las luchas para defender dicha tribu. Todo ello sería un inestimable aprendizaje del modo de vida en un entorno natural y salvaje cuando dejando la tribu Pawnee se unió posteriormente al comercio de los tramperos de pieles, pero eso y lo que como consecuencia de su posterior vida fue una de las más grandes aventuras de la historia del "Salvaje Oeste", lo continuaremos viendo en el próximo capítulo.

Ramiro Mieres “Cuchillo de Lobo"

No hay comentarios:

Publicar un comentario