miércoles, 11 de noviembre de 2015

Pieles Rojas: de cazadores a guerreros



INTRODUCCIÓN



Era el año 1500. Las sociedades que habitan el continente americano no lo sabían, pero iban a sufrir la mayor convulsión que nuestra civilización ha conocido. La mayor parte de las culturas desarrolladas en el continente entrarán en la edad del " HIERRO Y LA PÓLVORA " directamente desde la "edad de PIEDRA".

 

  


Mientras el norte del continente seguía sumido en un neolítico más o menos desarrollado, la orografía del terreno que habitan y los recursos disponibles eran el único impedimento para su desarrollo colectivo; el desarrollo entre sociedades estaba mucho más diferenciado en el sur del continente. No se conocían imperios dominantes de gran poderío, pues eran herederos de una sociedad recolectora y cazadora en su mayoría, encontrando alguna excepción más desarrollada en tribus excepcionales.

 

  


Pero durantes los próximos cuatro siglos las diferentes tribus y etnias del norte del continente vivieron el encuentro con la edad de hierro. Algunos lo descartarían y sufrierón por ello, otras tribus sin embargo saldrían beneficiadas del encuentro hasta nuestros dias. Y es que las culturas nativas que habitaban Norte América se enfrentarían a las mayores potencias militares del planeta que fijaron sus miras en el nuevo continente y trasladaron su campo de batalla y conflictos a este territorio virgen cuyos habitantes no aparentaban más que salvajes.

 



El cambio tecnológico que cambiaría Europa y el mundo no fue suficiente para doblegar a "las culturas de piedra". Durante los primeros tres siglos de ocupación, la perfecta asimilación de las tecnologías y la superior destreza en en medio en el que se desenvolvían fue suficiente para mantener a raya a un invasor infinitamente superior en número y disposición de recursos de metal.

 



Llegarían a pactos con las potencias invasoras, viajarían a Londres, París y a Washington, sus comitivas y embajadores conocieron reinos europeos y a sus reyes. Antiguos cazadores recolectores trasformados en guerreros, varias generaciones después de la llegada de las potencias invasoras al actual Mexico por el sur y a las regiones de los grandes lagos por el norte, fueron suficiente para que todos los habitantes aborígenes del continente norteamericano cambiaran sus hábitos cazadores por sociedades guerreras. Con este escenario abro una sección en nuestro blog donde revisar la trasformación que sufrieron los cazadores-recolectores en sociedades guerreras obligadas a la presión demográfica y la defensa de los recursos que los sostenían.




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