viernes, 13 de noviembre de 2015

Los inicios en las grandes praderas

Hace exactamente 370 años tuvo lugar una mini glaciación o pequeña edad de hielo en el hemisferio norte. Tras la misma, en las grandes praderas de Norte América surgió una nueva y mejorada floración; y con ella, una capa vegetal suficiente que cambió la conducta migratoria del bisonte, principal fuente de alimento de las tribus del entorno.



 Hasta la fecha las praderas eras transitadas de manera estacional por las tribus en busca de las rutas y veredas gigantes que trazaban las manadas de bisontes, todos los colectivos humanos vivían en el perímetro de las grandes praderas, escogiendo los lugares más amables que eran pocos.

 Todo cambió con el fín de la "glaciación", el bisonte dejará de ser migratorio ante la abundancia de pastos, permitiendo a los colectivos humanos vivir junto a la mejor de sus despensas. El mayor movimiento migratorio en el continente hasta la fecha tendrá lugar en esos momentos; las praderas se poblarán de diferentes clanes y etnias, cientos de lenguas compartirán lenguaje de signos, se crearán intercambios comerciales y culturales, surgirán conflictos y ribalidades.
  


 Al inicio del siglo XVIII, los cambios y novedades que se han originado desde los primeros colonizadores, trasformaron por completo la conducta de en los aborígenes del continente y sus futuras generaciones. 


Destacó sobre todas la llegada de los europeos; sus avanzadas tecnologías, nuevas costumbres, alimentos y animales cambiarían para siempre las Américas. Sin salirnos de las praderas, el caballo transformaría la forma de vida de los nativos. Procedentes del sur del continente, los caballos  extraviados en su mayoría en los desembarcos de los españoles formaron manadas de caballos broncos. Sin grandes depredadores naturales en este nuevo entorno, en poco años su numero creció en tal grado que no pasaron inadvertidos para los aplicados nativos que habitaban las praderas centrales de Norte América. 



Tan pronto como los indios del sur entraron en contacto con los españoles, se hicieron al caballo como si hubiesen convivido generaciones con ellos  y como si de una epidemia se tratase, todos los nativos de las praderas se fusionaron con el caballo de por vida.



 La influencia de la tecnología del hierro y el caballo no llegaría simultáneamente para todas las tribus. Solo las tribus más cercanas y habitualmente afectadas por las potencias europeas. En las praderas centrales, la llegada del caballo y las primeras tecnologías estuvieron distanciadas varias generaciones..

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